didáctica infantil
martes, 10 de abril de 2012
Conceptos
Aprendizaje significativo:
Se refiere al tipo de
aprendizaje en que un aprendiz o estudiante relaciona la información nueva con
la que ya posee, reajustando y reconstruyendo ambas informaciones en este
proceso.
El aprendizaje
significativo es aquel aprendizaje en el que los docentes crean un entorno de
instrucción en el que los alumnos entienden lo que están aprendiendo. El
aprendizaje significativo es el que conduce la transferencia.
El aprendizaje entre iguales:
Consiste en la interacción
entre estudiantes en un grupo reducido, de manera que cada uno se hace experto
desarrollando el rol de tutor, en un tema que posteriormente explicará a los
miembros de tal grupo que serán los tutorados.
La inteligencia emocional:
La inteligencia
emocional es la capacidad
para reconocer sentimientos propios y
ajenos, y la habilidad para manejarlos. El término fue popularizado por Daniel Goleman, con su célebre libro: Emotional Intelligence, publicado en
1995. Goleman estima que la inteligencia emocional se puede organizar entorno a
cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos
propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones.
Pestalozzi, Rosseau y Comenio
Pestalozzi:
Era
un idealista de principios del S XIX. Tenía intereses por los ideales
humanitarios y las reformas jurídicas y sociales (quería cambiar la sociedad),
resaltaba el valor educativo de la familia.
Influido
por Rosseau, defendiendo el concepto de naturaleza. Relacionar la libertad de
la naturaleza con la autoridad, el deber y lo social.
Relaciona:
corazón, cabeza y manualidad
Aboga
por el concepto de unidad.
Crea
un colegio para maestros YVERDON presentado en la obra Leonardo y Gertrudis.
En
su teoría educativa defiende tres aspectos:
-
Moral
-
Intelectual
-
Artística
Rosseau:
El
pensamiento educativo de Rousseau se centra en las necesidades e intereses de
los niños, y afirma que estos deben desarrollarse mediante sus propias leyes
internas, sin que les sea impuesto ningún tipo de patrón externo.
Rousseau
apuesta por la educación natural, la cual evita cualquier tipo de interferencia
y afirma que la naturaleza del niño es intrínsecamente buena, no existe mal en
el recién nacido.
Rousseau
apuesta por la educación individualizada, esta protegerá al niño de los efectos
dañinos de la sociedad corrupta, permitiendo que este logre desarrollar su
bondad innata.
Entre
las obras de Rousseau destaca el “Emilio”:
Su
objetivo es describir la naturaleza del niño y como permitir que se desarrolle
de acuerdo a sus propias leyes internas.
Se
encuentra dividido en cinco libros, que forman las distintas etapas del
desarrollo del niño.
Comenio:
Comenio es el padre de la didáctica, es muy
conocido por sus contribuciones a las técnicas de enseñanza que, junto con sus
principios educativos, se desarrollan en su gran obra Didáctica Magna. En
ella señala cuál es su concepto de la enseñanza que se resume en una frase
suya: "enseña todo a todos". Fue el primero en instruir lenguas
tradicionales mediante el uso de pasajes de la misma y de la traducción
correspondiente en la lengua moderna.
Su Orbis Pictus (1658) muestra un mundo visible en dibujos, un libro para el aprendizaje del latín, que parece ser el primer libro ilustrado para niños. Hoy en día podemos encontrar muchos libros ilustrados y deberíamos tener en cuenta a Comenio, quien, podemos claramente decir que los inventó. Incluso Goethe, cuya niñez transcurrió cien años después de la publicación del Orbis Pictus, considera, con el mayor agradecimiento a este librito como uno de sus primeros tesoros. Durante todo el siglo siguiente, fue imitado con ediciones cada vez más lujosas.
Pero quizá su obra más personal sea El laberinto del mundo y el paraíso del corazón, una incisiva sátira social en la que propone que el filósofo debe refugiarse en el interior de sí mismo, en el que llama «el paraíso del corazón»
Comenio dividió su obra Didáctica Magna en tres partes:
Didáctica General (Cáp. 1 – 9)
Didáctica Especial (Cáp. 10 – 14)
Organización Escolar (Cáp. 15 – 33)
Esta obra recoge el necesario método. Comenio busca la sistematización de los procesos educativos. Se preocupa de las diferentes etapas del desarrollo educativo y separa por edades la educación con el fin de colocar los conocimientos en espiral. Habla de la globalidad de las unidades, aspecto que hoy en día aún se tiene muy en cuenta. Cada aprendizaje debe formar parte de otro o inducirlo. El autor es el primero en tener cuenta al alumnado y sus necesidades.
Díaz Barriga, considera un error atribuir a las pedagogías anteriores al momento que describimos la noción programas de estudio. En el siglo XVII, Comenio utiliza el término Plan de estudios para establecer, como un señalamiento amplio, el conjunto de temas a trabajar en el sistema escolar. En este sentido, es un error sostener que en la escuela tradicional "el profesor recibe ya hechos los programas, que hacerlos es responsabilidad que no le compete… Entendemos que en lo que se puede denominar "la escuela tradicional"(siglo XVII a XIX), los planes de estudio son considerados desde la didáctica como una propuesta de temas muy amplios a desarrollar en el transcurso de una etapa académica. En cuanto a la noción de programas de estudio, concluimos que no existe, en este momento, en parte porque las grandes reflexiones acerca de la Didáctica se dan antes de que se conformen los sistemas educativos y se establezcan las leyes sobre la obligatoriedad de la enseñanza, y, en parte, porque desde este pensamiento didáctico se establece la función intelectual del docente como una función insustituible.
Didáctica General
En el vientre materno se prepara el cuerpo para ser habitación del alma. En la tierra el alma se prepara para la vida eterna "Dios creó todo para dárselo al hombre". En ella, el hombre debe lograr fines secundarios: criatura racional, criatura señor de las criaturas y criatura a imagen y complacencia de su creador; va a ser conocedor de todas las cosas, dueño de ellas y de sí mismo y como fin, tendrá la búsqueda de Dios. Tomemos en cuenta que el hombre, para Comenio, es sabio, bueno, y tiene una inteligencia con la cual el puede percibir el conocimiento de las cosas y de Dios. Somos un milagro, estamos hechos a su imagen y semejanza. Tenemos un esquema del universo, estamos dotados de sentido y siempre estamos en busca constante de aprender para llegar a una perfección y a ser felices. Comenio nos habla de la honestidad, y la base de ésta es la armonía. También nos dice que la religión es una forma de vida, basada en una relación esencial de una persona con el universo o con Dios.
Nos habla de las "semillas" de Ciencia, honestidad y religión, que en muchos de los casos no han dado frutos. Con esto vemos que "el hombre es hombre" cuando hace lo que tiene que hacer en la vida: ejercicio mental, enseñanza, y dar a cada quien lo que merece. La formación de la persona se debe de dar en la infancia, porque allí no tiene bien estructurados los roles que le está marcando la comunidad; sin embargo en la adolescencia es donde más se debe enseñar para reafirmar los conocimientos infundidos en la etapa anterior.
Hay que poner mucho énfasis en el modelo de padres que se tiene, por que por medio de ellos dependerá la educación que tengan los hijos frente a la sociedad. Los maestros son los principales moderadores primarios para dicha formación. Todos los hombres deben ser bien preparados y educados en su vocación, para esto a algunas personas habrá que educarlas desde la infancia ya que unas tardan más que otras para poder asimilar un conocimiento. Pero hay que tomar en cuenta algo importante; nadie deber ser excluido de una educación ya que es la principal fuente de sabiduría del propio ser humano. A todos, por consiguiente, hay que tratarlos como se merecen y no menospreciar a otros que les cuesta más trabajo asimilar una cosa, por eso también hay que explicar todo de acuerdo a la capacidad de cada persona. Todos los hombres deben ser encaminados a los mismos fines, son únicos e irrepetibles, con capacidades y limitaciones con virtudes y habilidades, con aptitudes y destrezas.
Didáctica especial
"El hombre es la criatura postrera, la más absoluta, la más excelente de todas las criaturas”. Lo fundamental para el hombre, es conocerse a sí mismo como una criatura de Dios que está hecho a su imagen y a semejanza; con esto nos da un panorama absoluto de lo dichosos que somos al encontrarnos en esta vida.
Ahora cabe mencionar "No debemos aprenderlo, sino haberlo aprendido", es decir que todas las cosas sean siempre bien aprendidas por medio de un hábito y costumbre que nos lleve a mejorar siempre como persona y como ser humano. Hay que inculcar buenas costumbres y el arte de formar las mismas, puede expresarse en reglas diferentes: todas las virtudes deben ser enseñadas, en primer lugar se deben enseñar las cardinales: prudencia, templanza, fortaleza y justicia. Desde el primer momento de la infancia se debe dar una buena educación, las virtudes se aprenden del espíritu y es necesaria la disciplina para prevenir las malas costumbres. La piedad es un don de Dios y nos viene del cielo, siendo doctor y maestro de ella el Espíritu Santo.
Organización escolar
Comenzamos con la felicidad y sus fundamentos para poder enseñar a los adolescentes: se inicia temprano, antes de la corrupción de la inteligencia, se actúa con la debida preparación de los espíritus, va de lo más fácil a lo más difícil, se procede despacio con todo, no se obliga al entendimiento a algo que no le convenga, siempre es por un mismo método. La cultura-latina es y consiste en la educación general de todos, se educan virtudes como ya había mencionado antes, no solo se educa a los hijos de los ricos sino a todas las clases sociales. No es necesario que la escuela esté llena de gritos o golpes, debe necesariamente tener vigilancia y atención para todos sin ninguna excepción. La disciplina más rigurosa no debe emplearse con motivo de los estudios sino para la corrección de las costumbres. La academia es el más elevado conocimiento y de desarrollo para la persona estudiante, sus procedimientos son fáciles y prácticos, siempre buscan ir al fondo de las cosas, jamás se quedan con la primera impresión, son sabios y se ilustran en los libros. Hay una gran necesidad para reformar las escuelas y se sugieren los siguientes puntos:
Método de enseñar alcanzando la perfección
Ensayos de los inventores del arte tipográfico
Producir vastos ejemplares
No ser semejantes por sus características
Elegancia y primor
Revisar y corregir
En papel fuerte para que no se corra la tinta.
En su didáctica magna, hace una reforma de la organización escolar, distingue cuatro escuelas muy parecidas a las actuales:
- La escuela maternal: Sería la comparación a la guardería, que en total llegan hasta los 6 años. En esta el autor dice que se deben enseñar las ciencias.
- La escuela elemental: Es el equivalente a primaria (hasta sexto) que llega hasta los 12 años. En la época del autor, era obligatoria igual que en la actualidad. En ella se enseña una instrucción general y virtudes. Se cultiva la inteligencia, la memoria y la imaginación.
- La escuela latina o gimnasio: lleva de los 12 a los 18 años, lo que nosotros estamos en el instituto. Sirve para preparar a los alumnos para estudios superiores. Cuando acaban esta escuela los alumnos realizan un examen para comprobar quienes son aptos para entrar en la academia. Este examen es muy parecido al de selectividad.
- La academia: de los 18 a los 25 años, es muy parecida a la universidad, lo único es que ahora hay carreras que no duran tanto tiempo y gente que no tarda tanto o que tarda más que hasta los 25 años en aprobar. El Estado concedía becas como hace ahora.
Comenio introduce una innovación: El estudio de las mujeres, ya que estas, reconoce, son tan o más inteligentes que los hombres, también incluye la educación para las mentes menos capacitadas, ya que estas son las que más ayuda necesitan para llegar, aunque sea, a aprender costumbres. Intenta que el estudio empiece en una cosa sencilla y esta te lleve a una más compleja. También intenta que la educación sea razonada que los alumnos antes de preguntar reflexionen sobre ello. La educación debe llevarles a la libertad, el gozo de vivir y la dicha.
A lo largo de la historia de la humanidad, el análisis de las necesidades del hombre ha ocupado un lugar importante que aún conserva. Si bien éste análisis ha abarcado diferentes campos de la vida humana, el área que aparenta ser el centro, es la Educación. Y si bien ha habido interrupciones en la constitución del discurso pedagógico moderno, no podemos ignorar que las mismas han servido como momentos de observación y reflexión para la configuración de un nuevo discurso basado en los anteriores. Desde Comenio, la discusión sobre la escuela transcurrió por diferentes caminos, pero siempre se coincidió en la necesidad de educar al hombre para la sociedad en que vive.
Es así que vemos a Comenio presente hoy a través de la simultaneidad, la universalidad de la educación, y la alianza escuela-familia. Para este hombre, el único modo de que el individuo llegue a ser un hombre genérico y logre alcanzar la perfección es que no quede hombre sin llegar al saber erudito y es la escuela el vehículo por excelencia que está en condiciones históricas y tecnológicas de transmitirlo. Él promovió la reforma educativa a partir de un supuesto básico considerando que dado un alumno, un docente y un contenido, se podía modificar al alumno aplicando un método para acercarlo a un ideal socialmente aceptado. Como observador de la realidad de su época, calificó a las escuelas como “mataderos de mente” y su propuesta de cambio se fundamentó en tres premisas fundamentales: orden y método, facilidad para aprender y enseñar y solidez en todos los campos. Es por esto que su Didáctica Magna se transformó en la “caja de herramientas” de todo docente. Cambió los castigos físicos por el amor y la comprensión, determinó la necesidad del aprendizaje gradual y estandarizó la importancia de considerar a la educación como un proceso que abarca toda la vida del individuo. Es aquí donde cabe analizar a quienes Comenio consideraba “alumnos”.
Su propuesta era para “todos, todo y totalmente” como ya se citó al comienzo. Puede tomarse como demasiado amplio su concepto, pero en realidad observamos que su “todos”, era todos los niños sin deferencia de sexo, condición social o edad. Su “todo” era lo que el alumno necesitaba para su vida de infante y su “totalmente” involucraba al hombre íntegro considerando su vida intelectual, espiritual y física.
La escuela es pensada por Comenio, basada en una alianza escuela-familia, que imparte conocimientos estandarizados por medio de un libro único, que, a través de un método, instauraría una nueva forma social esencial en la vida de todo ser humano. Sin embargo, muchos años debieron pasar para que sus ideas se vieran plasmadas en las escuelas, que recibían al cuerpo infantil desplazado del seno de la familia, considerada incapaz de llevar adelante la tarea de educar. Este traspaso se basaba no sólo en esa incapacidad, sino también en que los niños aprenden mejor con otros niños y en manos de personas especializadas en el arte de educar: los maestros. Dijo Comenio “...la escuela debe ser un grato preludio de nuestras vidas...”.
Y el discurso pedagógico siguió su curso, entre interrupciones y grandes cambios para llegar a nuestros días y encontrarse actualmente pasando un momento de transición que requiere de todos: Estado, docentes, alumnos, padres, etcétera.
La escuela moderna ya no es el único lugar donde se aprende, y el docente ocupa el lugar del que sabe. Hoy se encuentra siendo cuestionada por toda la sociedad. Los docentes deben consensuar con los padres y alumnos. El alumno ya no es el mismo, tiene otras inquietudes, otras formas de aprender y acceder a la información. La influencia de las nuevas tecnologías de la información ha dado origen a nuevo tipo de alumno, docente y ser humano en general, pero es importante señalar que, en realidad, sólo han cambiado algunos aspectos que acompañan el momento social, cultural e histórico de la sociedad actual, pero siguen siendo las mismas. Lo que deberíamos plantearnos es: qué tipo de escuela necesitamos para acompañar a una sociedad en cambio permanente. Seguramente una que reviva lo más positivo de los Pedagogos antiguos, integre los estilos modernos que acompañan el momento socio-histórico y actualice el perfil de hombre como ser social, agente de cambio y centro de la creación, que debe desarrollar lo mejor de sí mismo para alcanzar la plenitud de sus capacidades, teniendo en cuenta las diferencias entre todas las personas. Para concluir, podemos citar a Paulo Freire cuando dijo: “educar para la praxis que implica acción y reflexión de los hombres sobre el mundo para transformarlo".
Su Orbis Pictus (1658) muestra un mundo visible en dibujos, un libro para el aprendizaje del latín, que parece ser el primer libro ilustrado para niños. Hoy en día podemos encontrar muchos libros ilustrados y deberíamos tener en cuenta a Comenio, quien, podemos claramente decir que los inventó. Incluso Goethe, cuya niñez transcurrió cien años después de la publicación del Orbis Pictus, considera, con el mayor agradecimiento a este librito como uno de sus primeros tesoros. Durante todo el siglo siguiente, fue imitado con ediciones cada vez más lujosas.
Pero quizá su obra más personal sea El laberinto del mundo y el paraíso del corazón, una incisiva sátira social en la que propone que el filósofo debe refugiarse en el interior de sí mismo, en el que llama «el paraíso del corazón»
Comenio dividió su obra Didáctica Magna en tres partes:
Didáctica General (Cáp. 1 – 9)
Didáctica Especial (Cáp. 10 – 14)
Organización Escolar (Cáp. 15 – 33)
Esta obra recoge el necesario método. Comenio busca la sistematización de los procesos educativos. Se preocupa de las diferentes etapas del desarrollo educativo y separa por edades la educación con el fin de colocar los conocimientos en espiral. Habla de la globalidad de las unidades, aspecto que hoy en día aún se tiene muy en cuenta. Cada aprendizaje debe formar parte de otro o inducirlo. El autor es el primero en tener cuenta al alumnado y sus necesidades.
Díaz Barriga, considera un error atribuir a las pedagogías anteriores al momento que describimos la noción programas de estudio. En el siglo XVII, Comenio utiliza el término Plan de estudios para establecer, como un señalamiento amplio, el conjunto de temas a trabajar en el sistema escolar. En este sentido, es un error sostener que en la escuela tradicional "el profesor recibe ya hechos los programas, que hacerlos es responsabilidad que no le compete… Entendemos que en lo que se puede denominar "la escuela tradicional"(siglo XVII a XIX), los planes de estudio son considerados desde la didáctica como una propuesta de temas muy amplios a desarrollar en el transcurso de una etapa académica. En cuanto a la noción de programas de estudio, concluimos que no existe, en este momento, en parte porque las grandes reflexiones acerca de la Didáctica se dan antes de que se conformen los sistemas educativos y se establezcan las leyes sobre la obligatoriedad de la enseñanza, y, en parte, porque desde este pensamiento didáctico se establece la función intelectual del docente como una función insustituible.
Didáctica General
En el vientre materno se prepara el cuerpo para ser habitación del alma. En la tierra el alma se prepara para la vida eterna "Dios creó todo para dárselo al hombre". En ella, el hombre debe lograr fines secundarios: criatura racional, criatura señor de las criaturas y criatura a imagen y complacencia de su creador; va a ser conocedor de todas las cosas, dueño de ellas y de sí mismo y como fin, tendrá la búsqueda de Dios. Tomemos en cuenta que el hombre, para Comenio, es sabio, bueno, y tiene una inteligencia con la cual el puede percibir el conocimiento de las cosas y de Dios. Somos un milagro, estamos hechos a su imagen y semejanza. Tenemos un esquema del universo, estamos dotados de sentido y siempre estamos en busca constante de aprender para llegar a una perfección y a ser felices. Comenio nos habla de la honestidad, y la base de ésta es la armonía. También nos dice que la religión es una forma de vida, basada en una relación esencial de una persona con el universo o con Dios.
Nos habla de las "semillas" de Ciencia, honestidad y religión, que en muchos de los casos no han dado frutos. Con esto vemos que "el hombre es hombre" cuando hace lo que tiene que hacer en la vida: ejercicio mental, enseñanza, y dar a cada quien lo que merece. La formación de la persona se debe de dar en la infancia, porque allí no tiene bien estructurados los roles que le está marcando la comunidad; sin embargo en la adolescencia es donde más se debe enseñar para reafirmar los conocimientos infundidos en la etapa anterior.
Hay que poner mucho énfasis en el modelo de padres que se tiene, por que por medio de ellos dependerá la educación que tengan los hijos frente a la sociedad. Los maestros son los principales moderadores primarios para dicha formación. Todos los hombres deben ser bien preparados y educados en su vocación, para esto a algunas personas habrá que educarlas desde la infancia ya que unas tardan más que otras para poder asimilar un conocimiento. Pero hay que tomar en cuenta algo importante; nadie deber ser excluido de una educación ya que es la principal fuente de sabiduría del propio ser humano. A todos, por consiguiente, hay que tratarlos como se merecen y no menospreciar a otros que les cuesta más trabajo asimilar una cosa, por eso también hay que explicar todo de acuerdo a la capacidad de cada persona. Todos los hombres deben ser encaminados a los mismos fines, son únicos e irrepetibles, con capacidades y limitaciones con virtudes y habilidades, con aptitudes y destrezas.
Didáctica especial
"El hombre es la criatura postrera, la más absoluta, la más excelente de todas las criaturas”. Lo fundamental para el hombre, es conocerse a sí mismo como una criatura de Dios que está hecho a su imagen y a semejanza; con esto nos da un panorama absoluto de lo dichosos que somos al encontrarnos en esta vida.
Ahora cabe mencionar "No debemos aprenderlo, sino haberlo aprendido", es decir que todas las cosas sean siempre bien aprendidas por medio de un hábito y costumbre que nos lleve a mejorar siempre como persona y como ser humano. Hay que inculcar buenas costumbres y el arte de formar las mismas, puede expresarse en reglas diferentes: todas las virtudes deben ser enseñadas, en primer lugar se deben enseñar las cardinales: prudencia, templanza, fortaleza y justicia. Desde el primer momento de la infancia se debe dar una buena educación, las virtudes se aprenden del espíritu y es necesaria la disciplina para prevenir las malas costumbres. La piedad es un don de Dios y nos viene del cielo, siendo doctor y maestro de ella el Espíritu Santo.
Organización escolar
Comenzamos con la felicidad y sus fundamentos para poder enseñar a los adolescentes: se inicia temprano, antes de la corrupción de la inteligencia, se actúa con la debida preparación de los espíritus, va de lo más fácil a lo más difícil, se procede despacio con todo, no se obliga al entendimiento a algo que no le convenga, siempre es por un mismo método. La cultura-latina es y consiste en la educación general de todos, se educan virtudes como ya había mencionado antes, no solo se educa a los hijos de los ricos sino a todas las clases sociales. No es necesario que la escuela esté llena de gritos o golpes, debe necesariamente tener vigilancia y atención para todos sin ninguna excepción. La disciplina más rigurosa no debe emplearse con motivo de los estudios sino para la corrección de las costumbres. La academia es el más elevado conocimiento y de desarrollo para la persona estudiante, sus procedimientos son fáciles y prácticos, siempre buscan ir al fondo de las cosas, jamás se quedan con la primera impresión, son sabios y se ilustran en los libros. Hay una gran necesidad para reformar las escuelas y se sugieren los siguientes puntos:
Método de enseñar alcanzando la perfección
Ensayos de los inventores del arte tipográfico
Producir vastos ejemplares
No ser semejantes por sus características
Elegancia y primor
Revisar y corregir
En papel fuerte para que no se corra la tinta.
En su didáctica magna, hace una reforma de la organización escolar, distingue cuatro escuelas muy parecidas a las actuales:
- La escuela maternal: Sería la comparación a la guardería, que en total llegan hasta los 6 años. En esta el autor dice que se deben enseñar las ciencias.
- La escuela elemental: Es el equivalente a primaria (hasta sexto) que llega hasta los 12 años. En la época del autor, era obligatoria igual que en la actualidad. En ella se enseña una instrucción general y virtudes. Se cultiva la inteligencia, la memoria y la imaginación.
- La escuela latina o gimnasio: lleva de los 12 a los 18 años, lo que nosotros estamos en el instituto. Sirve para preparar a los alumnos para estudios superiores. Cuando acaban esta escuela los alumnos realizan un examen para comprobar quienes son aptos para entrar en la academia. Este examen es muy parecido al de selectividad.
- La academia: de los 18 a los 25 años, es muy parecida a la universidad, lo único es que ahora hay carreras que no duran tanto tiempo y gente que no tarda tanto o que tarda más que hasta los 25 años en aprobar. El Estado concedía becas como hace ahora.
Comenio introduce una innovación: El estudio de las mujeres, ya que estas, reconoce, son tan o más inteligentes que los hombres, también incluye la educación para las mentes menos capacitadas, ya que estas son las que más ayuda necesitan para llegar, aunque sea, a aprender costumbres. Intenta que el estudio empiece en una cosa sencilla y esta te lleve a una más compleja. También intenta que la educación sea razonada que los alumnos antes de preguntar reflexionen sobre ello. La educación debe llevarles a la libertad, el gozo de vivir y la dicha.
A lo largo de la historia de la humanidad, el análisis de las necesidades del hombre ha ocupado un lugar importante que aún conserva. Si bien éste análisis ha abarcado diferentes campos de la vida humana, el área que aparenta ser el centro, es la Educación. Y si bien ha habido interrupciones en la constitución del discurso pedagógico moderno, no podemos ignorar que las mismas han servido como momentos de observación y reflexión para la configuración de un nuevo discurso basado en los anteriores. Desde Comenio, la discusión sobre la escuela transcurrió por diferentes caminos, pero siempre se coincidió en la necesidad de educar al hombre para la sociedad en que vive.
Es así que vemos a Comenio presente hoy a través de la simultaneidad, la universalidad de la educación, y la alianza escuela-familia. Para este hombre, el único modo de que el individuo llegue a ser un hombre genérico y logre alcanzar la perfección es que no quede hombre sin llegar al saber erudito y es la escuela el vehículo por excelencia que está en condiciones históricas y tecnológicas de transmitirlo. Él promovió la reforma educativa a partir de un supuesto básico considerando que dado un alumno, un docente y un contenido, se podía modificar al alumno aplicando un método para acercarlo a un ideal socialmente aceptado. Como observador de la realidad de su época, calificó a las escuelas como “mataderos de mente” y su propuesta de cambio se fundamentó en tres premisas fundamentales: orden y método, facilidad para aprender y enseñar y solidez en todos los campos. Es por esto que su Didáctica Magna se transformó en la “caja de herramientas” de todo docente. Cambió los castigos físicos por el amor y la comprensión, determinó la necesidad del aprendizaje gradual y estandarizó la importancia de considerar a la educación como un proceso que abarca toda la vida del individuo. Es aquí donde cabe analizar a quienes Comenio consideraba “alumnos”.
Su propuesta era para “todos, todo y totalmente” como ya se citó al comienzo. Puede tomarse como demasiado amplio su concepto, pero en realidad observamos que su “todos”, era todos los niños sin deferencia de sexo, condición social o edad. Su “todo” era lo que el alumno necesitaba para su vida de infante y su “totalmente” involucraba al hombre íntegro considerando su vida intelectual, espiritual y física.
La escuela es pensada por Comenio, basada en una alianza escuela-familia, que imparte conocimientos estandarizados por medio de un libro único, que, a través de un método, instauraría una nueva forma social esencial en la vida de todo ser humano. Sin embargo, muchos años debieron pasar para que sus ideas se vieran plasmadas en las escuelas, que recibían al cuerpo infantil desplazado del seno de la familia, considerada incapaz de llevar adelante la tarea de educar. Este traspaso se basaba no sólo en esa incapacidad, sino también en que los niños aprenden mejor con otros niños y en manos de personas especializadas en el arte de educar: los maestros. Dijo Comenio “...la escuela debe ser un grato preludio de nuestras vidas...”.
Y el discurso pedagógico siguió su curso, entre interrupciones y grandes cambios para llegar a nuestros días y encontrarse actualmente pasando un momento de transición que requiere de todos: Estado, docentes, alumnos, padres, etcétera.
La escuela moderna ya no es el único lugar donde se aprende, y el docente ocupa el lugar del que sabe. Hoy se encuentra siendo cuestionada por toda la sociedad. Los docentes deben consensuar con los padres y alumnos. El alumno ya no es el mismo, tiene otras inquietudes, otras formas de aprender y acceder a la información. La influencia de las nuevas tecnologías de la información ha dado origen a nuevo tipo de alumno, docente y ser humano en general, pero es importante señalar que, en realidad, sólo han cambiado algunos aspectos que acompañan el momento social, cultural e histórico de la sociedad actual, pero siguen siendo las mismas. Lo que deberíamos plantearnos es: qué tipo de escuela necesitamos para acompañar a una sociedad en cambio permanente. Seguramente una que reviva lo más positivo de los Pedagogos antiguos, integre los estilos modernos que acompañan el momento socio-histórico y actualice el perfil de hombre como ser social, agente de cambio y centro de la creación, que debe desarrollar lo mejor de sí mismo para alcanzar la plenitud de sus capacidades, teniendo en cuenta las diferencias entre todas las personas. Para concluir, podemos citar a Paulo Freire cuando dijo: “educar para la praxis que implica acción y reflexión de los hombres sobre el mundo para transformarlo".
Pauline Kergomard
Este texto está sacado
del libro L’education maternelle dans l’école (1886) de Pauline
Kergomard y trata sobre la forma correcta de preparar una clase infantil.
Pauline Kergomard
(Burdeos, 1838-1925) era una maestra laica y republicana, pese a ser hija de un
pastor protestante. Escribió (y dirigió más tarde) para L’Ami de l’Enfance, que
era la revista de las salas de asilo. En 1881 fue nombrada inspectora general
de las escuelas maternales. Dedicó cuarenta años de su vida a la educación
maternal y asumió un papel fundamental en la creación del sistema educativo
francés.
Madame Kergomard
criticaba lo que ella llamaba la “educación homicida”, que “mataba” el espíritu
de los niños. Creía que tanto “las pequeñas sorbonas”, que atosigaban a los
alumnos con unas enseñanzas que no estaban preparados para recibir como las
“cárceles” donde las maestras eran mas guardias que enseñantes y primaba la
obediencia al aprendizaje eran profundamente dañinas para los niños. Creía que
la educación debía imitar en cierta medida los cuidados de una madre abnegada,
que ama a su hijo sin consentirlo, humillarlo ni forzarlo a aprender cosas para
las que no está listo y que, por encima de todo, quiere lo mejor para él. “El
amor hacia los niños, el verdadero, el único digno de ese nombre, es al
principio un sentimiento, nadie lo niega; pero es también una ciencia: cosa de
la que pocas personas parecen darse cuenta.” Escolarizar, socializar,
enseñar y ejercitar eran las bases sobre las que consideraba que debía
construirse la educación.
También le daba mucha
importancia a la preparación de las lecciones. Para Kergomard una clase siempre
ha de estar trabajada, no se puede dejar nada a la improvisación (“no se
puede, pues, inventar ex abrupto una lección semejante”). El maestro ha de
consultar todas las obras y fuentes posibles referentes al tema que impartirá,
debe adecuar el vocabulario a la edad y capacidades de sus alumnos, prever
todas las preguntas y preparar varios ejemplos. A ese exhaustivo método de
trabajo Kergomard lo llamaba “conciencia
del estudio” (“semejante trabajo supone, no solamente ese deseo de hacer
bien las cosas que yo llamaría la <<conciencia del estudio>>, sino
también un amor paciente y desinteresado a la verdad, y un sentimiento profundo
de la necesidad de alejar todo error del espíritu naciente de los niños”).
Comenzará primero
realizando un plan, para que tenga un cierto orden a la hora de exponer su
discurso y a continuación preparará y comprenderá cada una de las partes para poder seleccionar que es lo más
relevante. Además, “es preciso prepararla con bastante seriedad para que
todo lo que es verdad científica se haya convertido en convicción en el
espíritu de la maestra, […] para que pueda ponerse al alcance de su pequeño
auditorio, cautivarlo por la originalidad de la exposición, por la variedad de
ejemplos, por el interés de las anécdotas”; es decir, la maestra debe
comprender y adaptar cada parte del plan.
Resulta encomiable que
madame Kergomard planteara esas teorías educativas en aquella época tan
“oscura”, tan poco preocupada por el desarrollo infantil de los más
desfavorecidos y con tan poco trabajo previo sobre ese tema. Demostraba así que
a la hora de trabajar con niños a veces lo más importante es la intuición. Ella
misma había sufrido las consecuencias de una educación poco adecuada: huérfana
de madre, con una mala relación con su madrastra, enviada a vivir con sus tíos
durante su adolescencia… Sin embargo
supo sacar lo mejor de su entorno, como las bases de la pedagogía de la escuela
de su tía o la moral aprendida de su padre y su tío, que eran pastores.
Sería perfecto que en
todos los centros educativos se usaran teorías basadas en el sistema creado por
madame Kergonard, pero lamentablemente hoy por hoy eso parece una utopía.
¿Se parecen los colegios
de hoy a los recomendados por madame Kergomard? Han adoptado cosas, como los
grupos separados por edades y reducidos en lo posible, los temarios adaptados a
la edad del alumno o los muebles propios a su tamaño, pero aunque se utilice
parte de la metodología desarrollada por Pauline Kergomard los maestros normalmente no emplean la
conciencia del estudio.
Esta metodología que
parece idónea, no solo para las clases infantiles sino para cualquier
circunstancia en la que haya que comunicar algo con precisión es, en muchos
casos, inviable ya que las
circunstancias impiden la adecuada elaboración de las lecciones a enseñar.
A pesar de que hoy las
aulas tengan a los niños separados por edades y en grupos medianamente
reducidos, tal como proponía Kergomard,
la preparación de los temas a enseñar no puede ser tan exhaustiva como
ella planteaba. Los maestros no pueden ser las madres abnegadas que pretendía
Kergonard, ya que se encuentran con grandes trabas: la falta de tiempo, las
exigencias de padres y superiores, el temario marcado… Sin olvidar el hecho de
que los docentes son personas que trabajan un número pactado de horas a cambio
de un sueldo, con su propia vida personal que también requiere tiempo y
esfuerzo. Pocos maestros pueden prepararse las clases de la forma propuesta por
madame Kergomard y menos son los colegios que le dan a ese tema la importancia
que ésta le daba y faciliten ese trabajo tan vasto.
Sin embargo, y dentro de
las limitaciones marcadas por las circunstancias, un maestro debería siempre
usar la conciencia del estudio ya que una lección árida, incompleta o
incomprensible, y las preguntas sin respuesta pueden ser desmotivadotas para el
alumno. A pesar de que no se pueda llegar al extremo ideal buscado por
Kergonard siempre se puede tratar de
preparar y amenizar las lecciones, empatizar con los oyentes y hacer la clase
interesante y enriquecedora.
“Sí, eso llevará
tiempo, pero hay que hacer la distinción entre el tiempo empleado, ocupado, y
el tiempo perdido” Pauline Kergomard, L’education maternelle dans
l’école (1886).
Principios pedagógicos, Ovidio Declory
Nace
en 1871 y muere en 1933, era un médico Belga, centrado en el estudio de los
niños especiales, al igual que Montessori. Estuvo influido por Dewey y la
escuela psicológica de Ginebra.
Entre
sus instituciones podemos destacar la escuela “Ecole de I’ Ermitage” (1907)
Y
no podemos olvidar hablar de sus obras, como por ejemplo, “la función de
globalización y la enseñanza” (1929)
Entre
las ideas principales del texto, se observa en primer lugar, que para pasar a
un conocimiento mayor es necesario que el niño haya adquirido experiencias
sensoriales y motrices, es necesario que adquiera personalmente una serie de
conocimientos, “solamente cuando se tiene
la certeza de que el niño posee un gran número de experiencias sensoriales y
motrices, cuando ha adquirido personalmente una serie de conocimientos
concretos y precisos es cuando realmente se puede pasar a la abstracción que
construyen las palabras”. Otra de
las ideas a destacar en el texto es que los niños aprenderán de las lecciones a
través de sus vivencias, y no escuchándolas o exponiéndolas, “vivirían las lecciones en lugar de
escucharlas y exponer de una manera forzosamente incompleta”.
De
las ideas que nos presenta el texto, podemos relacionarlo dentro de los principios
pedagógicos de Declory, en primer lugar con; la relación entre globalización e
interés, es decir, organizar las actividades escolares en torno a centros de
interés propios de cada edad, para que así el niño pueda ir adquiriendo
experiencias, sensoriales, motrices etc. y estas tienen que ser adecuadas a la edad, intereses… del niño, para que este,
pueda llegar a ser un ser social. Por lo tanto esto nos lleva hacia otro
principio, la relación entre interés y necesidad, es decir; la necesidad de nutrirse,
necesidad de cubrirse, de defenderse… Las clases se organizan en torno a
centros de interés como: alimentarse, protección, defensa de peligros etc. Declory defendía el método de la observación,
es decir, que el niño aprendiera relacionando las actividades en actividades de
observación, asociación y expresión, en la escuela existía la presencia de
materias como; dibujo, música, historia, lenguaje…y así el niño en lugar de
escuchar la lección, que la viviría (la observará), la asociara y la expresará,
ya que Declory quería favorecer el desarrollo integral de todas las facultades
del niño, y la adaptación al medio natural y social en los que este debe basar
su existencia.
martes, 6 de marzo de 2012
1ª INFANT SCHOOL, NEW LANARK
Esta escuela surge en 1816 durante la revolución industrial.
Donde los niños desde los 6 años de edad trabajaban en las industrias. Tiene
lugar una toma de conciencia acerca de la explotación infantil y se tiene la
iniciativa de crear esta escuela en la que se integran niños desde que saben
andar hasta los 6 años de edad.
Para Owen el objetivo general se basaba en fomentar la buena
convivencia entre los alumnos con el fin de prepararlos para vivir en sociedad.
Y a partir de este objetivo se trabajaban otros con sus correspondientes
competencias.
OBJETIVOS
|
COMPETENCIAS
|
Educar en el ámbito de la higiene
|
Hábitos de orden y limpieza, tanto del
entorno como la personal
|
Implantar moral y valores
|
Se fomentaba la igualdad, ni premios
ni castigos y promovía el respeto
|
Proteger la infancia
|
Había lugar para los juegos
infantiles, donde los niños aprendían y se relacionaban desde un punto de
vista lúdico, siempre teniendo en cuenta sus capacidades, proponía
actividades como juegos, bailes, las ciencias naturales, a las que les daba
un valor muy significativo
|
Educar en la naturaleza
|
Que el niño aprenda con la naturaleza
mediante su experiencia
|
Owen le daba mucha importancia a la estética. La escuela era
un hermoso edificio rodeado de patios, jardines y huertos, sin ninguna valla
que delimitara el recinto. Los niños conocían y respetaban los límites. Se
velaba para que la enseñanza estuviera adecuada al grado de inteligencia de los
alumnos. Owen basaba la enseñanza en la observación para llegar a la
demostración, y el hecho de que los niños tuvieran a la vista objetos de
estudio. La enseñanza de las ciencias naturales se impartía en el campo. La
escuela era laica. Estaban obligados a asistir a ella de forma gratuita todos
los niños sin distinción de sexo, clase, ni preparación. La educación tenía que
ser constructiva e integral, ocupándose de la totalidad del niño. Había que
desterrar los libros y la memorización, y basarse en los conocimientos útiles.
Y a partir de esta
información, intuimos la importancia que
le daba a todos sus objetivos, para ello inculcaba valores, ya que eran los
propios niños los que mantenían la escuela limpia, ordenada, la respetaban…
Eran estos objetivos los que él hacía hincapié olvidándose de una educación
formal, todo lo que el enseñaba era para formar a la persona moralmente y no
intelectualmente. Fue el primer gran paso para la educación infantil actual, ya
que en esta época los niños, desde muy pequeños iban a la fábrica a trabajar y
la etapa de la infancia no estaba reconocida. Pero aunque Owen creía en una educación natural y espontánea, sus socios no compartían
sus ideas e introdujeron una educación religiosa formal y más tradicional.
Miembros del grupo:
Carolina Mª Baute Lorenzo
Sara Isabel Morales González
Elena Morales Hernández
Paula Estévez Rodríguez
Beatriz Rivero Morales
Náyade Padrón Fuentes
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